sábado, 22 de septiembre de 2012

RAZON AMOROSA HUGO CHAVEZ

Por: Farruco Sexto

 

¡Bolivariano y… Chavista!

Ignoro si es producto de su formación profesional, si es una cualidad que fue adquiriendo a través del ejercicio de gobierno, o si ya forma parte desde hace mucho tiempo de su inventario ideológico personal, pero lo cierto es que Chávez tiene una relación muy especial con las matemáticas.
Y no la oculta.
Trabaja con ellas como un artesano. Con ellas analiza y trata de entender. Planifica, evalúa y juzga. Y hasta parece imaginar con ellas.
Lo dice y lo hace, como nos consta a todos los miembros de su equipo cercano. No hay ministro que no haya pasado por ello en más de una ocasión. Cuando incurrimos en contradicciones numéricas, en discordancias que a veces se nos escapan, él es el primero en darse cuenta. No puede ser, nos dice. Hay un error en el planteamiento. Y enseguida hace sus cálculos mentales para identificar la verdad verdadera, la verdad útil, la que impide que nos desviemos o nos engañemos.
La revolución se mide con las matemáticas, nos recuerda.
Y se lo dice al pueblo con frecuencia, sobretodo cuando explica algo importante, alguna estrategia que debe ser bien entendida. He allí, además , su gran condición de pedagogo. De esa manera incita al pueblo para que pueda dotarse de una herramienta de conocimiento de la realidad. Comprendan, parece decir. Las matemáticas no mienten.
Creo que ello tiene que ver con un espíritu iluminado pero riguroso que, si bien por un lado se fascina con la utopía, por el otro busca hacerla factible con la ciencia. Para amarrar los deseos y encauzarlos en una acción que logre lo que se propone. Para que la utopía no se evada.
Viendo a Chávez nos damos cuenta de que es imposible gobernar sin esa cualidad. Sobretodo en las áreas de la economía, de la producción, de lo social. Pero también en las demás.
Del ejemplo de Chávez nos nutrimos. Ya no hay forma de que ninguno de nosotros emprenda un proyecto sin, primero, sacarle punta al lápiz.
Gracias a él, es una cuestión imperativa para nosotros.

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