SIMON BOLIVAR
CANTO A BOLIVAR
(Pablo Neruda)
Padre nuestro Que estás en la tierra En el agua, en el aire De toda nuestra extensa Latitud silenciosa Todo lleva tu nombre Padre En nuestra morada Tu apellido La caña levanta a la dulzura. El estaño Bolívar Tiene un fulgor Bolívar El pájaro Bolívar Sobre el volcán Bolívar La patata, el salitre, Las sombras especiales Las corrientes, las vetas De fosfórica piedra, Todo lo nuestro Viene de tu vida apagada. Tu herencia fueron ríos, Llanuras, campanarios, Tu herencia Es el pan nuestro de cada día Padre. Tu pequeño cadáver De capitán valiente Ha extendido en lo inmenso Su metálica forma, De pronto salen dedos tuyos Entre la nieve Y el austral pescador Saca la luz de pronto Tu sonrisa, tu voz, Palpitando en las redes De qué color la rosa Que junto a tu alma alcancemos Roja será la rosa Que recuerde tu paso Cómo serán las manos Que toquen tus cenizas Rojas serán las manos Que en tu ceniza nacen Y cómo es la semilla De tu corazón muerto Es roja la semilla de tu Corazón vivo Por eso, es hoy la ronda de manos Junto a ti, Junto a mi mano hay otra Y hay otra junto a ella Otra más hasta el fondo Del Continente obscuro Y otra mano Que tú no conociste entonces Viene también Bolívar A estrechar a la tuya De Teruel, de Madrid, Del Jarana, del Ebro, De la cárcel, del aire, De los muertos de España Llega esta mano roja Que es hija de la tuya, Capitán combatiente, Donde una boca grita libertad Donde un oído escucha Donde un soldado rojo Rompe una frente tarda Donde un laurel de libres brota Donde una nueva bandera Se adorna con sangre De nuestra nueva tierra. Bolívar, Capitán, Se divisa tu rostro Otra vez entre pólvora y humo Tu espada está naciendo Otra vez tu bandera Con sangre se ha bordado Los malvados atacan Tu semilla de nuevo Clavado en otra cruz Está el hijo del hombre Pero hacia la esperanza Nos conduce tu sombra, El laurel y la luz De tu ejército rojo A través de la noche De América, Con tu mirada mira Tus ojos que vigilan Más allá de los mares Más allá de los pueblos oprimidos Y heridos, Más allá de las negras Ciudades incendiadas Tu voz nace de nuevo Tu voz otra vez nace, Tu ejército defiende Las banderas sagradas La libertad sacude Las campanas sangrientas Y un sonido terrible De sonidos parece, La aurora enrojecida Por la sangre del hombre. Libertadores, Un mundo de paz Nació en tus brazos, La paz, el pan, el trigo De tu sangre nacieron De nuestra joven sangre De Nilo de tu sangre Saldrá paz, pan, trigo Para el mundo que haremos. Yo conocí a Bolívar Una mañana larga En Madrid, En la Boca del Quinto Regimiento. Padre, le dije, ¿Eres o no eres o quién eres? Y mirando al Cuartel de la Montaña Dijo: Despierto cada cien años Cuando despierta el pueblo. |
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